Se acostaba tarde y se levantaba temprano, dormía en clase y tenía migrañas a menudo.
Apenas estudiaba y apenas aprobaba, aunque era muy listo. Le gustaban los plátanos, el chocolate y siempre cenaba pizza, no le gustaba la nata, ni el pescado, ni el batido de fresa.
Le gustaba hacer dibujos manga y tenía su friki colección de muñecos infantiles. Jugaba a la Gameboy cuando ya estaba pasada de moda y el móvil lo tenía petado de música. Le gustaba Green Day, Red Hot y tuvo su friki época de Kiss y su eterno ''I was made for loving you''.
Sus Vans rotas, sus vaqueros ajustados y aquella camiseta a juego con su colcha en la que tratábamos de camuflarnos y quedarnos impregnados en ella para siempre.
Le gustaba mi sonrisa y mis ojos aunque fueran unos simples ojos castaños que se ponían verdes cuando lloraba.
Le gustaba cantar y tocarme la guitarra y le gustaban las mujeres casi tanto como la bebida. Le gustaba Bécquer y su poesía y hubiera amado nacer en el Renacimiento. Se tocaba el pelo tantas veces como el viento se lo despeinara y me gustaba imitar su peculiar forma de andar.
Le gustaban los besos en el cuello y llamarme cuando ya estaba en la cama, susurrando para que nadie me oyera. Le gustaba contarme un cuento y pintar en la ducha un corazón. Le gustaba el calor y andar descalzo. Le gustaba el desorden y odiaba pensar que alguien pudiera robarme.
Siempre llegaba tarde y le gustaba ver cómo me enfadaba, le gustaba comprarme una piruleta que se acabaría comiendo él. Le gustaba pasear y llevarme al cine. Odiaba sonreír y mis cosquilla. Me gustaba su cara de felicidad en aquel momento incompleto de un orgasmo. Porque, ¿sabes?
Tenía una sonrisa preciosa, aunque pocos fueron los afortunados de poder apreciarla.
The call forever.
3 comentarios:
Sencillamente: Me encanta.
Las fotos lo mejor (;
Impresionante. ;)
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