Alguien me dijo una vez que dejara de existir y empezara a vivir.
Hasta hace un par de días no me pare de verdad a pensar en la profundidad de esas palabras. Existir significa, realizar las funciones vitales, respirar, comer, beber, estudiar y si tal salir. Muchos optan por esto, realizar una rutina agotadora, día tras día, sin tener ni una ilusión en que mañana puede ser un gran día. ¿Cuántos millones de personas pasan por esta vida como de camino hacia otra, o ni siquiera preocupándose de qué pasará exactamente cuando se mueran?
En cambio vivir, conlleva crecer como persona, tener amigos y llevarse decepciones. Vivir conlleva, interminables discusiones con los padres, insoportables clases con profesores y eternas semanas de estrés. Pero también trae recuerdos, la clase del año, la borrachera del siglo, la mejor tarde de risas, nuestra canción mal cantada, pero hecha con amor, un abrazo por sorpresa, una llamada con guitarra incluida.
Vivir trae consigo enamorarse perdidamente y entregar tu corazón en una tarde de invierno, enamorarse conlleva hacer cosas insospechables, hacer cosas insospechables nos hace valientes, ser valientes es no tener miedo. Déjame vivir, no me tapes los ojos y ayúdame a dejar de existir, empieza a vivir a mi lado, sea de la forma que sea.
Seamos como el tren, nos escapamos en dirección contraria a la que venimos, pero siempre regresaremos al lugar de partida.
Vayamos a la estación y pensemos en el viaje.
The call forever.
3 comentarios:
GUAPA.
OMG. Flipante. Adoro tu blog.
Cariño, es sex AND the city. Os creeis salidas de gossip girl y no llegais ni a patito feo.
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